La gastroplastia tubular es una cirugía para perder peso, en donde es removido cerca del 85% del estómago, quedando el estómago del paciente con una capacidad final de entre 60 y 150 cc. A diferencia de otras cirugías bariátricas, la válvula de salida y lo nervios del estómago permanecen intactos, y aunque el estómago es reducido, sus funciones son preservadas. Este tipo de operación es irreversible.
Gracias a que las funciones del estómago se siguen desarrollando de manera normal, hay menos restricciones con respecto a los alimentos que los pacientes pueden consumir después de la cirugía, aunque la cantidad de comida será reducida considerablemente. La remoción de la mayoría del estómago también trae como resultado la eliminación de hormonas producidas dentro del estómago, las cuales estimulan el hambre.
Quizás la principal ventaja de la gastroplastia tubular es que no involucra ningún bypass del tracto intestinal y por consiguiente, los pacientes no sufren las complicaciones del bypass intestinal, como la obstrucción del intestino, anemia, osteoporosis, deficiencia de vitaminas y deficiencia de proteínas.
Además, es una de las pocas cirugías para perder peso que se puede realizar por medio de laparoscopía en pacientes con obesidad mórbida.
Por otro lado, la principal desventaja de la gastroplastia tubular es que no siempre se logra la pérdida de peso deseada, y a largo plazo, el peso perdido puede ser ganado nuevamente. Esto puede ocurrir en cualquier tipo de cirugía restrictiva para perder peso.
Debido a que el procedimiento requiere colocar grapas en el estómago, los pacientes corren el riesgo de goteos y otras complicaciones directamente relacionadas con las grapas. Además de esto, como en cualquier otro tipo de cirugías, el paciente corre el riesgo de otras complicaciones como sangrado post operatorio, obstrucción en el intestino delgado, neumonía e incluso la muerte. Sin embargo, las posibilidades de presentarse este tipo de complicaciones son bastante bajas, entre 0.5 y 1%, e incluso el riesgo de muerte es de sólo 0.25%.
Como regla general, la gastroplastia tubular se practica a individuos diagnosticados con obesidad mórbida, o cuya condición médica no les permita otros tipos de cirugías de pérdida de peso. En muchos casos, la gastroplastia tubular es la primera de dos operaciones que se le realizan al paciente, a quien luego de bajar de peso se le practica una cirugía bariátrica para completar el tratamiento.